Cuando comenzamos a sufrir un golpe de calor muchas veces no nos damos cuenta de qué está pasando e incluso atribuimos los síntomas a otras causas. Padecer una insolación es uno de los principales peligros en verano y si no se actúa de la forma correcta las consecuencias puede ser fatales. Desde el Ministerio de Sanidad nos ofrecen algunos consejos para que el calor no sea un problema.
Síntomas de un golpe de calor
Los primeros síntomas con los que nos podemos encontrar en alguien que sufre una insolación o un golpe de calor son los siguientes:
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Cansancio
Uno de los síntomas que nos pueden ayudar a detectarlo es el cansancio al estar al sol y comenzar a sentir que nos falta energía y que nos cuesta todo mucho más.
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Dolor de cabeza
Además del cansancio, también es normal que en estas circunstancias la cabeza nos duela. Incluso podemos llegar a notar como nos late.
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Mareo
Va directamente unido a los dos síntomas anteriores y es uno de los primeros indicadores de que algo no va bien.
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Náuseas y vómitos
Otro de los desencadenantes puede ser que empieces a notarte mal del estómago, con náuseas e incluso que llegues a vomitar.
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Estado mental
Podemos comenzar a sentirnos confusos, agitados, con delirios y problemas de dicción. E incluso puede darse el caso de que se produzcan convulsiones o que la persona entre en coma.
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Temperatura corporal elevada
Es uno de los síntomas más fáciles de detectar. Una temperatura corporal elevada de unos 40 grados o más es evidencia clara de un golpe de calor.
Qué hacer si se sufre un mareo por el calor
Llegados a este punto, debemos tener claro qué hacer si sufrimos una insolación. En el momento en el que empiecen a aparecer los primeros síntomas es prioritario bajar la temperatura corporal. Esto lo podemos conseguir en un lugar fresco, donde corra el aire, y refrescando la piel con paños húmedos. Además, también es recomendable beber agua, quitar la ropa y dar masajes para estimular la circulación.
En caso de que la temperatura sea muy elevada, de 40 grados o más, será aconsejable dar baños de agua fría hasta que consigamos bajarla unos grados. Si pese a todo el golpe de calor continúa presente y los síntomas prosiguen, deberemos acudir a los servicios de urgencias para conseguir la ayuda médica de un profesional cualificado.
Factores que favorecen el agotamiento por calor
Una de las formas más efectivas de evitar el estrés térmico la conseguiremos mediante la prevención. Por ejemplo, si debes trabajar en una grúa torre deberías hacerlo evitando las horas de mayor calor durante el verano para no poner en peligro tu salud ya que una actividad extenuante o la exposición a un ambiente caluroso son las principales causas para que aparezca ese estrés por calor en el trabajo.
También hay que tener en cuenta otros factores de riesgo como la edad o el esfuerzo realizado. Como prevenciones, debemos utilizar una vestimenta liviana, beber mucho líquido, protegernos del sol y tomar preocupaciones si poseemos un riesgo mayor.